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Imagen de Miranda Gray |
Este sábado
día 6 de diciembre tuvo lugar la última bendición mundial del útero del año
2014, bendición que celebré a solas en casa, sintiendo la presencia de mi
compañero Víctor, así debía ser. Al regresar a casa de un día de descanso y
ocio en familia, observé la luna llena en el cielo, inmensa, brillante,
acuática y amorosa. Supongo que me habló… Me dispuse a celebrar la bendición de
una forma espontánea, fuera de hora, sin muchos elementos, simple y llanamente coloqué
a mi lado la meditación del árbol del útero, una vela y mi cuenco de Moon
Mother, representando el útero de todas las mujeres. Cansada y práctica
(entrando ya en la fase doncella), sentí que no hacía falta nada más.
Efectivamente,
no hizo falta nada adicional para abrir lo que se abrió… al cabo de unos
minutos de estar enviando energía a través del cuenco del útero, empecé a
sentir una conexión muy fuerte con todas las féminas del planeta, de todas
partes del mundo, imágenes de mujeres de distintos lugares, mujeres de edades
diversas, culturas, las sentía unidas a través de la energía de este día tan
especial. Y la luna sobre todas nosotras… La conexión con la Madre Tierra, con
la Madre de todas y todos… su presencia también presente, ese cuerpo de la
Tierra en mí, los árboles, animales, plantas, ríos y mares, montañas… y mi
corazón se empezó a abrir.
Una
abertura que me pilló por sorpresa, pues su fuerza no la sentí tan sólo a nivel
emocional, sino también a nivel físico. Las costillas y la caja torácica
parecían crecer, y mi corazón empezó a bombear energía amorosa hacia el cuenco,
hacia el universo, y hacia todo mi ser. Todo un regalo de la Vida. Esta energía
vino acompañada de mensajes personales, mensajes sabios y contundentes. Y al
terminar, la liberación emocional, llanto de emoción, llanto de alegría,
sostenida por Víctor y su energía lunar innata.
Cada
bendición es un regalo, un despertar, un recordar, un conectar y un sentir a
otro nivel. Muchas gracias de nuevo, Miranda, por crear la oportunidad de
encontrar espacios para conectar con lo divino femenino. Que esta hermosa
técnica se expanda más y más para que más corazones se abran, tanto en las
mujeres, como en los hombres (sí, podemos ofrecer “el regalo” a los hombres también).
Son momentos en los que la necesidad de que abramos los corazones y sintamos la
unión con el Todo es vital.
Desde mi
corazón “hippie”, siento con certeza que el amor es la fuerza más grande del
Universo. Bendiciones para tod@s desde mi corazón bien abierto,
Eva
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